EL CONTROL DE LA MESA DIRECTIVA: ESTRATEGIAS Y REALPOLITIK
El Bloque Democrático ha logrado mantener el control de la Mesa Directiva del Congreso, un hecho que no solo refleja la dinámica política actual, sino que también establece las bases para las elecciones de 2026. En este contexto, la bancada Alianza para el Progreso ha decidido reservar a su potencial candidata, Lady Camones, para el próximo proceso electoral, lo que sugiere una estrategia a largo plazo que busca consolidar su posición en el panorama político.
La decisión de Alianza para el Progreso de postular a un candidato cuestionado para la presidencia del Congreso podría estar obedeciendo a una estrategia para debilitar las aspiraciones presidenciales de Salhuana en 2026. Esta táctica, conocida como «desgaste», es una práctica común en la política peruana, con la que se busca debilitar a sus adversarios a través de la exposición pública y la generación de dudas sobre su integridad.
Por otro lado, Fuerza Popular ha optado por colocar a Patty Juárez como candidata a la primera vicepresidencia. Esta decisión parece tener como objetivo evitar que Juárez se exponga a la presión mediática que conlleva la presidencia del Congreso, permitiéndole así enfocarse en su candidatura para 2026 sin distracciones. Es interesante notar que Fuerza Popular no postula a Salhuana, ya que su inclusión en la lista es una decisión del líder de Alianza para el Progreso, César Acuña, lo que pone de manifiesto las complejas negociaciones que caracterizan la política peruana.
Las críticas hacia la presencia de Salhuana como candidato a la presidencia del Congreso son similares a las que se presentaron en su momento cuando Perú Libre ocupó la Mesa Directiva con Waldemar Cerrón. Este patrón de críticas revela una constante en la política peruana. Sin embargo, es importante recordar que el guardar cuadros y proteger a los candidatos es una práctica común en la política, especialmente en períodos preelectorales.
La política es, en esencia, una cuestión de votos. En este sentido, es fundamental que los actores políticos utilicen la calculadora para tomar decisiones estratégicas que aseguren el control de la Mesa Directiva, lo cual es crucial para la gobernabilidad. La importancia de mantener este control no debe ser subestimada, ya que establece un marco de referencia para la toma de decisiones legislativas y la implementación de políticas públicas.
Por su parte, la congresista Norma Yarrow, de Renovación Popular, en su intento de postularse a la Mesa, cometió un error estratégico al adelantar su candidatura y optar por un camino independiente. En política, la cooperación y el consenso son esenciales para lograr objetivos. Actuar de manera aislada, como lo hizo Norma Yarrow, raramente lleva a resultados positivos.
La política peruana se encuentra en un momento crucial, donde la realpolitik debe prevalecer sobre la retórica mediática. La fragmentación del Congreso y la diversidad de intereses representan tanto un desafío como una oportunidad. Los partidos deben ser capaces de negociar y encontrar puntos en común para avanzar en la agenda legislativa, en lugar de caer en la trampa de la polarización y el enfrentamiento constante.
En conclusión, el control de la Mesa Directiva es un aspecto fundamental de la política peruana que requiere una estrategia cuidadosa y una comprensión profunda de la dinámica de poder. A medida que nos acercamos a las elecciones de 2026, es crucial que los actores políticos se enfoquen en construir consensos y en fortalecer la gobernabilidad, en lugar de dejarse llevar por la vorágine mediática. Solo así se podrá garantizar un futuro más estable y próspero para el país.
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